Durante el periodo de la ocupación holandesa, varios judíos se establecieron en Recife, precisamente en la Calle Bom Jesus. Debido a esto la calle se conoció como “Calle de los Judíos”, en referencia a la libertad de creencia. La calle está considerada la más antigua de Recife y se llama así por causa del arco de Bom Jesus que existía como puerta de entrada de la ciudad.