La Capillita, bajo la invocación de Nossa Senhora da Conceição, se remonta a principios del siglo XVIII, época en que el propietario de esas tierras era el capitán Henrique Martins. La Capilla de Jaqueira es una construcción barroca. Su interior está decorado con azulejos raros, del mismo estilo de los azulejos de los conventos Carmelitas y Franciscanos. Se pueden apreciar algunos notables paneles sacros, de trazados y colores fuertes, que el tiempo no logró borrar. Es posible observar, también, dos grandes retratos a óleo, sobre madera, representando Santo Antônio y San Enrique, así como San Juan Bautista y San Felipe Nery. El altar del templo es barroco, aunque presenta algunos motivos en estilo rococó.