Inaugurado a finales del siglo XIX, el mercado posee 63 puestos que venden cereales, verduras, frutas, legumbres y carnes. Hay también puestos especializadas en hierbas y productos de cordoneria, así como algunos bares que ofrecen comida regional. Por encontrarse en un área bohemia de la ciudad, el lugar es punto de encuentro de carnavalescos, intelectuales y poetas, tiene sus tardes de los sábados transformados en informales recitales de poesía.