Salvador llegó a Recife a través de las moquecas, servidas en ollas de barro, humeantes y coloridas, éxito en el local. La de camarón con langosta viene valorada por el aceite de dendê y con cilantro, conforme la tradición baiana. Arroz, pirón y “farofa” viene junto. La “caldeirada sinfonía marítima” combina camarón con langosta, merluza amarilla, pulpo y sururu. De bienvenida tiene la “casquinha de siri” y las croquetas de bacalao. De los más de 200 rótulos de la carta de vinos, se destaca Alentejano Esporão Reserva. De postre con “cocada de horno” con helado de tapioca.